jueves, 22 de marzo de 2012

Regreso

Y tras mucho tiempo lejos, volvió y nada más cruzar el umbral de la puerta se sintió como en casa y desde ese momento todos sus planes se rompieron y decidió que se quedaría allí.

Le basto recorrer la casa, para darse cuenta el inmenso trabajo que le quedaba por hacer y que su estancia allí seria lo menos parecido al retiro espiritual que había imaginado, así que se quito la chaqueta, cogió un vieja escoba y empezó a limpiar aquella casa sin saber, que mientras lo hacía se purgaba a si mismo. 

El olor a bosque, el tacto de la madera envejecida, la frescura de una casa recién blanqueada, el dolor en los huesos y la satisfacción del trabajo bien hecho, fueron como un bálsamo para él. 

Y tiempo después cuando la casa volvió a brillar con el resplandor de antes, entendió porque su padre le había dejado únicamente aquella casa en ruinas, no para que  repara  la casa, sino para que la casa le repara a él.

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